*ESTE ES UN PLANETA ESCUELA*

¿En que consiste esta Escuela?, consiste justamente en Evolucionar su Alma aprendiendo y desarrollando conceptos evolutivos y avanzar en los grados de Amor, Acoplar su Alma y Cuerpo con su Divinidad.

La única forma de EVOLUCINAR su Alma es una mejora continua que se hace a través del Auto-con-o-si Cierto (autoconocimiento para los que no entiendan) Profundo de su Ser, con una incansable disciplina, voluntad, dedicación, esfuerzo y trabajo continuo, ya que no existe una pastilla mágica que lo haga por uno, ni un gobierno, religión, estado… Nadie más lo puede hacer, que no sea uno mismo, lo demás son ilusiones infantiles, y mucho ego, al pretender mereci-mientos sin esfuerzo alguno, es como querer obtener un título de Ingeniero o Médico, sin ir a la Universidad y sin estudiar tampoco.

Ciertamente este Planeta Escuela no es para nada fácil, cada persona encontrará en su zen*dero diversos grados de complejidad, dependiendo de los Kharmas que necesite resolver. 

Una vez que se hace la pega con años de dedicación continua, sin distraerse se suaviza, e incluso se logra una vida armoniosa, amorosa y en paz, incluso alcanzar la Iluminación.

Aquellos que manejan el Mundo, saben muy bien de esto y de las carencias de las personas, y de la forma real de resolver la vida y por eso los políticos especialmente los populistas, venden el arreglarle la vida, y las carencias de todo tipo a las personas sin esfuerzo.

Lo cual es un atentado tremendo a la evolución de las personas, es como: “no te hagas cargo de nada, no avances, sigue siendo prisionero de la Rueda del Kharma y las reencarnaciones, no hagas nada disfruta”… pero a cambio deben darle poder y votar por ellos, para que puedan hacer lo que quieran de acuerdo a sus propios intereses, y con promesas que jamás a través, de los tiempos han podido cumplir.

Es un pésimo favor evolutivo, ya que además, les inculcan que son incapaces y que alguien más debe hacerse cargo, porque son pobrecitos, incapaces o débiles. Porque, según ellos, nunca tuvieron todas las oportunidades de otros y eso es justamente todo lo contrario, que  todo Ser Humano necesita resolver y desarrollar su temple, su espíritu.

Incontablemente veo en las RRSS, como las personas “decretan o rezan o piden de todo “, para cambiar sus vidas y “destinos”, pero no hacen ni el más mínimo esfuerzo para cambiar, hacerse cargo, mejorar y evolucionar.

Al no obtener los resultados esperados,  entonces la frustración e insatisfacción es tremenda, y como siempre la culpa está afuera, así es que más encima Dios, el Universo, las Jerarquías Celestiales, dioses, maestros, iluminados, no les escuchan, no les ayudan y no les resuelven sus problemas.

Entonces, reniegan de toda espiritualidad, y se aferran aun más a la materia, al dinero a conseguir cosas de cualquier forma posible, desarrollando una envidia tremenda, que aumenta aún más la insatisfacción que luego se transforma en odio hacia los demás que poseen más. Transformando su sentido de vida como lo más q importante todo lo material y descuidan lo más valioso que poseen Todos los Seres Humanos, sus Almas y su Evolución.

No se engañen, desde la comodidad y la victimización realmente no conseguirán más que bajar su autoestima y valía personal, cada día más.

Todo esfuerzo es necesario para conquistar su Maestría, forjando el espíritu, superándose cada día para ser su mejor versión, por eso es un proceso evolutivo del Alma.

Cada persona tiene lo que se merece, producto de lo que sembró en sus vidas pasadas, por lo tanto, entre más pronto acepte quién es y qué  le tocó vivir, mas rápido podrá hacer los cambios en su vida para encontrar su felicidad.

Recordando que la mayor riqueza está en la nobleza de su corazón y no en lo que es capaz de acumular, porque al final de cuentas, cuando haya desencarnado, solo se llevará la forma en que cómo guió su vida y lo aprendido en esta.

Espero que estas palabras les ayuden a guiar y encauzar sus vidas, infinitas bendiciones, un gran abrazo en la luz, Om Mane Padme Hum 🙏💎🌷💜

ARNAU SARRÀ SOLER
Maestro de Tao Zen