LA IMPORTANCIA DE DESARROLLAR LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Y ESPIRITUAL

Cuántas veces en la vida, te habrás dado cuenta de personas que conocías del colegio o en la universidad en que estudiaste, a quienes considerabas brillantes, han logrado un éxito limitado, o sus vidas hoy son un desastre, porque han sido despedidos de sus trabajos en forma reiterativa, tienen conflictos laborales, malas relaciones con sus jefes o subalternos, problemas para trabajar en equipo, inestabilidad en sus relaciones personales, o les va bien en lo económico pero mal en lo emocional, o simplemente se encuentran perdidos en la vida y llenos de insatisfacciones, lo cual te ha causado gran extrañeza ya que estas personas poseían un alto coeficiente intelectual.

La razón de ello es que estas personas tenían un alto coeficiente de Inteligencia Racional, pero les faltaba desarrollar la Inteligencia Emocional y Espiritual para lograr el Éxito en la Vida.

Cabe destacar que es muy importante definir que entendemos por éxito, quedando de manifiesto que lo más IMPORTANTE es aprender a saber vivir, ser inteligente en el tipo y calidad de vida que se tiene.

La experiencia y los numerosos estudios que existen demuestran que la inteligencia racional no es suficiente. Se requiere de la inteligencia emocional para salir adelante y estar equilibrado en la vida, siendo la inteligencia emocional la capacidad de entender, de tomar conciencia, de manejar sus emociones y las de terceras personas, de tener empatía, tolerancia y aceptación, lo que en definitiva significa conocerse, tener seguridad en sí mismo y así tener el control de su vida.

Muchas personas hoy viven para trabajar y no al revés, volviéndose trabajólicos, lo que da como resultado un gran vacío interior, experimentando que sus vidas carecen de sentido, el sentido de porqué están vivos; mientras más cosas materiales logran, más vacío interior sienten.

Han proliferado los mall´s. Para llenar esos vacíos, las personas compran cosas esperando que éstas les llenen y satisfagan, lo cual dura muy poco o no ocurre, entonces caen en la trampa del consumismo.

La mayoría de las personas no entiende lo que les pasa, porque si bien saben que en general tienen todo para sentirse bien: un extraordinario éxito profesional y material, así y todo, no se sienten felices. Aparentemente, tienen inteligencia racional y emocional pero quizás, les falte inteligencia espiritual para encontrar una mayor felicidad y sentido a la vida.

La Inteligencia Espiritual empieza a tomar cada vez más sentido en todos los ámbitos incluso en los negocios. Prestigiosas universidades americanas ofrecen cursos de pregrado y postgrado de liderazgo y espiritualidad, y de inteligencia espiritual.

La inteligencia espiritual es complementaria a la inteligencia emocional, llevando al ser humano a un plano más profundo.

Se requiere que las personas sean cada vez más conscientes de sus emociones, así como de su espíritu. No bastará sólo con aprender a manejar las emociones, sino también aprender a desarrollar el espíritu en la actividad diaria, no transando los valores humanos, por una excesiva y mal entendida competitividad.

El ser humano en la sociedad actual ha perdido la noción y la importancia de que todos SOMOS una parte de un TODO, y que basta que dañemos una parte para que se vea afectado el Todo.

Te invito a recordar: ¿Cómo eras cuando niño?, ¿qué pasó con tu inocencia, tu frescura, tu flexibilidad, tu confianza en Dios, sin temores, sin miedo a hacer el ridículo, expresando tus afectos? ¿Qué te pasó?, ¿qué te hizo cambiar tanto y olvidar lo hermoso de tu corazón, la simpleza de la vida en los pequeños detalles, y te has ido transformando, perdiendo la esperanza de vivir en un mundo especial?

Justamente lo que sucedió, fue que perdiste la conciencia de ti mismo, del universo como un todo, dejaste de escucharte, dejaste de vivir, te olvidaste de tus sueños, de expresar tus afectos… En definitiva, dejaste de lado la Inteligencia Emocional y Espiritual, que te hace comprender que eres mucho más que un cuerpo, una mente y sus emociones ya que somos seres espirituales viviendo experiencias humanas.

Las personas que desarrollan su Inteligencia Emocional y Espiritual, recargan permanentemente sus espíritus, practicando una disciplina de autoconocimiento, autoayuda y conexión superior, lo que les permite mantenerse centrados frente a los diversos escenarios de aprendizaje que ofrece la vida.

La Inteligencia Espiritual implica tener conciencia del prójimo y mantener sano el espíritu en cada instante y en todas las actividades que el ser humano desarrolla a diario.

El ser humano en la sociedad actual se ha transformado en un energúmeno, en pro de una competencia desproporcionada y poco sana, olvidando conceptos básicos del desarrollo del espíritu tales como la compasión, armonía, tolerancia, aceptación, amor, felicidad y paz. Se ha aferrado a cosas que cuando muera no podrá llevar a ninguna parte, habiendo perdido la oportunidad de aprender lo realmente valioso de la experiencia de estar vivos aquí y ahora.

Por lo tanto es de real importancia que, como SER HUMANO con mayúsculas, aprendas a desarrollar tu Inteligencia Emocional y Espiritual, entendiendo que eres parte de un TODO y que si dañas a otros, te estás dañando tú mismo, ya que estarás practicando la ley de la atracción, la ley de acción y reacción o ley del karma.

En el plano espiritual Todo está conectado con Todo. El ser humano quiere cambiar el mundo y vivir en un mundo mejor. La forma de hacerlo es justamente desarrollando las Inteligencias Emocional y Espiritual, ya que con ello se acabarían los conflictos laborales e interpersonales, la competencia interna, las malas relaciones personales y familiares, entendiendo que cada ser humano en su trabajo cumple un rol de servicio a la humanidad y que obviamente es remunerado porque cada persona necesita satisfacer sus necesidades de vida.

De esta manera, el mundo será otro, ya que se acabará la pobreza extrema, las guerras y viviremos en paz y armonía.

El Zen*dero para buscar y desarrollar las inteligencias emocional y espiritual, no se vende en los mall´s o supermercados; requiere dedicación, de práctica que en la medida que se avanza y que por cierto no es tan fácil, debido a que debemos desaprender muchos pre conceptos adquiridos.

Esta práctica es de un gran descubrimiento, lleno de emociones, satisfacciones de crecimiento y logros, que requiere mucha perseverancia, pero que sin lugar a dudas es el ZEN*DERO para alcanzar la felicidad, la armonía y el equilibrio en tu vida y con ello contribuirás a que tu mundo y el mundo que te rodea sea mejor de como lo encontraste.

Y ahora que lo sabes y has tomado conciencia, ¿Qué vas a hacer con tu Vida?

Bendito(a) seas por la Eternidad, un Gran Abrazo en la Luz.